La asimilación del morbo y la ignorancia por parte de una sociedad trae siempre consecuencias detestables. El último caso que lo ejemplifica es el de un hombre acusado por la sociedad y los medios de comunicación, y finalmente exculpado por la Justicia, de haber violado y asesinado a la hija de su pareja. Diego Pastrana, así se llama el hombre, llevó a la niña de tres años a un centro médico, después de haber hecho lo mismo cuatro días antes a causa de una caída de un columpio. En esa ocasión, el médico de turno no dio mucha importancia al caso y les mandó para casa. En la segunda visita al centro de salud se detectaron posibles indicios de malos tratos y abusos sexuales, por lo que se detuvo al padrastro, mientras que a la niña se la trasladó al hospital, donde finalmente murió. A partir de entonces, los medios de comunicación, ávidos de desgracias humanas que puedan reportarles beneficio, emprendieron una campaña de desprestigio contra Pastrana, al que, sin pruebas ni veredicto judicial, tacharon de asesino y violador, con la colaboración de la Policía, partera de los “indicios” de abusos; y de las autoridades políticas, que no dudaron en condenar un hecho no demostrado.
Resulta alarmante esa siniestra necesidad social de establecer juicios paralelos e iniciar una competición por ver quién se siente más ofendido con las desgracias ajenas, para, en consecuencia, proponer el castigo más duro y formular la acusación más gratuita. Pero es más grave aún que el maltrato sea también policial, como ha denunciado el propio Pastrana. La Justicia existe para evitar este tipo de linchamiento; y el periodismo, para clarificar los hechos. Una sociedad democrática debe asimilar mejor ambas disciplinas. Félix Povedano Mínguez.
Resulta alarmante esa siniestra necesidad social de establecer juicios paralelos e iniciar una competición por ver quién se siente más ofendido con las desgracias ajenas, para, en consecuencia, proponer el castigo más duro y formular la acusación más gratuita. Pero es más grave aún que el maltrato sea también policial, como ha denunciado el propio Pastrana. La Justicia existe para evitar este tipo de linchamiento; y el periodismo, para clarificar los hechos. Una sociedad democrática debe asimilar mejor ambas disciplinas. Félix Povedano Mínguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario