martes, 5 de abril de 2011

Poner puertas al campo

La pasada semana, The New York Times implantó un sistema de pago para su edición digital, por lo que el acceso deja de ser totalmente libre y gratuito. El diario se suma así al cobro por los contenidos en la Red, una práctica cada vez más extendida en el sector y en la que destacaban ya periódicos como Wall Street Journal y Financial Times. Quienes ahora deseen leer todas las publicaciones digitales del diario neoyorkino deberán pagar 25 euros al mes. Este hecho contribuye a consolidar una tendencia que limita el acceso a la información periodística, a la vez que da la razón a aquellos que advertían sobre la posibilidad de encontrar un Internet menos libre en el futuro. Quienes defienden esta privatización lo hacen con la premisa de que la prensa escrita va a desaparecer de manera inminente, lo cual es falso (es cómoda de portar y no depende de variables tecnológicas para ser leída). Por tanto, en tanto que exista el papel, carece de sentido cobrar a los lectores por ambos formatos. Pero si desapareciera y entonces se exigiera pagar por el formato digital –pese a que los medios reciben ingresos de publicidad y subvenciones-, la universalización del sistema de pago no habría consistido en una mera sustitución de formatos, sino que habría supuesto un retroceso en acceso informativo, pues la cuota mensual que se abona sólo permite visitar los medios de un mismo grupo empresarial, no el amplio abanico que puede encontrarse ahora gratis en la Red, o en un kiosko, por poco más de 1 euro cada ejemplar, y sin necesidad de contratos vitalicios que obliguen a amortizar el dinero leyendo un único periódico. El sector público deberá intervenir para garantizar la pluralidad informativa y su acceso efectivo. Félix Povedano Mínguez.

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