viernes, 9 de diciembre de 2011

El primer Foro de la Escuela Pública de Móstoles clama contra los recortes y el neoliberalismo

El primer Foro de la Escuela Pública de Móstoles manifestó ayer, en el centro cívico Casa de la Cultura, su oposición a los recortes en Educación y a las “políticas neoliberales”. El acto, que fue organizado por docentes del municipio y al que asistieron unas 60 personas, gozó de especial atractivo por desarrollarse en el centro cultural más importante y antiguo de Móstoles y congregar a distintas sensibilidades y movimientos sociales; como activistas por la sanidad pública, profesores de todos los sectores o miembros de la Asamblea Popular del 15-M, quienes mostraron en sus respectivas intervenciones su preocupación por el actual “desmantelamiento del Estado del bienestar”.

Durante las más de dos horas que duró el foro, representantes de todos los sectores de la educación -infantil, primaria, secundaria, formación profesional, universidad, familias y alumnado- expusieron su visión sobre la situación de la educación pública en la Comunidad de Madrid.

Todas las intervenciones estuvieron marcadas por una crítica a los recortes que está acometiendo el Gobierno de Esperanza Aguirre y a “la mala situación en la que está dejando a la educación pública”.

En esta línea, el portavoz de profesores de las asambleas de Aranjuez, Rafa Paz, acusa a la consejera de Educación, Lucía Figar, de querer “convertir la escuela pública en un gueto” y aporta algunos datos para sostenerlo: “Existen en los institutos aulas con 33 alumnos, e incluso 39 en Bachillerato, cuando la capacidad es de 25. Además, se han suprimido desdobles hasta de matemáticas y Lengua y se dan 90 millones de euros a las escuelas privada y concertada, en concepto de deducciones fiscales, mientras se recorta en la pública”.

La representante en el Foro de Primaria e Infantil, Milagros Álvarez, se expresa en sentido parecido: “Antes me cogían niños de Infantil la profesora de Pedagogía Terapéutica y la de Audición y Lenguaje; ahora le piden a la tutora que se haga cargo del trabajo de estas dos especialistas, por lo que se dan situaciones como que una profesora no experta tenga que enseñarle castellano a niños chinos que sólo conocen su idioma”. Álvarez compara esto con el caso de un niño español que ahora estudia en Finlandia: “El niño estuvo con un profesor particular que le enseñaba finlandés y que le acompañaba durante las clases con el resto de sus compañeros. Eso, aparte de sus clase particulares de finlandés y de la ayuda que pudiera prestarle por su parte el tutor”. Puede parecer éste un ejemplo lejano, pero la comparación con Finlandia en materia educativa es bastante frecuente, pues es uno de los países con mejor sistema educativo (prácticamente público en su totalidad)), según los informes PISA.

Elogios a la LOGSE

No fue ésta la única comparación. Varios ponentes hicieron un reconocimiento a la Ley Orgánica General del Sistema Educativo (LOGSE). Según la Directora del instituto Europa de Móstoles y miembro del Foro, Rosa Cano, esta ley, que siempre ha estado “muy denostada”, fue positiva porque “introdujo el concepto de escuela inclusiva y consagró la edad mínima de permanencia en los 16 años”. Ahora, “este modelo de escuela está en peligro en la Comunidad de Madrid”, sentencia.

De igual manera se pronuncia la creadora de la Junta de Portavoces (organización defensora de la educación pública) y trabajadora de escuelas infantiles, Michi Garzón, quien explica que “la LOGSE admitió que la primera etapa de una persona también tenía que estar dentro del sistema educativo”. No obstante, esta ley reconoció la educación privada, la concertada y la enseñanza religiosa en las escuelas, aspectos que chocan con el discurso y las reivindicaciones vertidas tanto en el Foro como en las recientes movilizaciones contra los recortes en la educación pública.

El sector de la Formación Profesional (FP) también tuvo espacio en el debate. Su representante en el acto, Eva Pérez, considera que se necesita impulsar la FP, pues “hay muy poca formación media”. Asimismo, y sin salirse de la línea de sus compañeros, denuncia “recortes en plantilla, sobrecarga de trabajo, ausencia de dotación y de facilidades para que los profesores se reciclen y, sobre todo, falta de plazas”. Pérez asegura que, “en Móstoles, pese a que hay un ciclo con 200 personas en lista de espera, no se abren ciclos nuevos; lo que sí reciben quienes están en lista de espera son llamadas de universidades privadas que ofrecen esos servicios”.

Con toda la polémica del conflicto educativo en Secundaria y, en menor medida, Primaria e Infantil, la universidad parece algo desplazada de la agenda pública. Sin embargo, ello no impidió que se abordaran sus problemas durante el acto. Es más, el representante de este sector en el foro, el estudiante Miguel Diéguez, considera que es de vital importancia contar “mercantilización” que está sufriendo la educación superior y denuncia las consecuencias que están teniendo el Plan Bolonia y la Estrategia Universitaria 2015. Según explica, “el rector será elegido a dedo por el Consejo social y su figura quedará reducida a la de un mero gestor”. Asimismo, critica el nuevo modelo de becas, según el cual, “las becas tal cual las conocemos serán sólo el 5% del total”. El otro 95% serán becas-préstamo (ahora con intereses, a diferencia de lo que se planteaba con Bolonia) o becas salario, cuya cuantía máxima será de 6500 euros al año -esta cantidad sólo disponible para familias con un mínimo de cuatro miembros y con ingresos totales de menos de 1300 euros mensuales-, motivo por el que Diéguez denomina a esta prestación “beca-limosna”.

El acto abordó mayoritariamente asuntos educativos, pero no fueron los únicos. La sanidad, las reformas laborales e incluso el papel del 15-M también gozaron de varios minutos en el debate; unas veces por la propia iniciativa del público, plagado de activistas sociales, y otras, a modo de réplica, como sucedió cuando Miguel Diéguez llamó a ir “a las barricadas” y criticó, al mismo tiempo y “a modo de autocrítica”, “el buenrollismo y pacifismo del 15-M”. Antes de que acabara ya estaban algunos miembros de la Asamblea Popular con la mano levantada para pedir la réplica “por alusiones”. Después de un par de intervenciones de autopromoción del 15-M, el estudiante contestó que había sido sólo una reflexión y que si él “no creyera en el movimiento, no participaría en él”.

También se tocaron brevemente otros asuntos, como la “calidad de la educación en la Unión Soviética” o “la falta de ideología y conciencia de clase en el sistema educativo español”, algo necesario para contrarrestar la presencia de la “ideología dominante” en las aulas.

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